En repetidas ocasiones, recibimos mensajes de Isabel. Una mujer que ha dedicado su vida a los animales, y no sólo a los que ella tenía a su cargo, sino que siempre que podía era ella quién ayudaba a los demás.
su situación familiar a cambiado mucho y ahora era ella quien necesitaba apoyo y nosotros se lo dimos.
Os dejamos aquí lo que contaba una amiga de Isabel para que todos supieran de su historia:
Habitualmente el protagonista de estos mensajes es un animal en peligro, pero en este caso la ayuda es para unas personas maravillosas que cuando su salud se lo permitía (y aún ahora) nunca miraron para otro lado cuando de ayudar a un animal se trataba:
«Lo que os voy a contar es la historia de Isabel y Goyo, dos personas que durante años han ayudado a los gatos de toda España, ofreciéndoles acogida en su casa, atención veterinaria, cuidados para intentar buscarles un hogar, transporte y que han ayudado a personas y protectoras de muchos sitios de España, siempre de su propio dinero sin recibir ayudas de nadie. Al final, para los transportes, como se habían quedado sin ahorros tuvieron que pedir el mínimo necesario para cubrir los gastos de gasolina. Hace unos años la salud de Isabel hizo que tuviera que apartarse de todo este mundo, apartarse me refiero a aparecer en foros (quizás muchos la recordéis, su nick era Intercel y su casa se conocía como La Feliguardería) porque se quedó con todos los gatos que había ido acogiendo y que nunca encontraron un hogar. El número de gatos era de alrededor de treinta, pero todos bien atendidos, castrados y vacunados.
Con el tiempo algunos de esos gatos fueron muriendo y el verdadero calvario de Goyo e Isabel empezó hace tres años con una gata callejera que apareció en su jardín con una camada de gatitos a los que nunca pudieron atrapar para esterilizar. Esos gatos han ido pariendo y la situación se ha vuelto insostenible. El número de gatos a los que atienden ahora está alrededor de noventa, casi treinta suyos y unos sesenta callejeros, pero Isabel y Goyo no tienen ni salud ni dinero para poder capturar a esos gatos y esterilizarlos; pueden darles de comer a duras penas pero no tienen medios para atenderlos cuando enferman porque estiman que ya deben más de dos mil euros en la clínica veterinaria y, aunque la veterinaria no les ha dicho nada, no se atreven a seguir llevando a los gatos para no seguir aumentando la deuda, una deuda difícil de pagar por ellos solos con su sueldo. Así que, tal como están las cosas, cuando un gato enferma tienen que ver cómo se les muere sin poder hacer apenas nada por él.
Como las gatas no se dejan tocar, ni tan siquiera acercarse a ellas, ha sido imposible para Goyo e Isabel darles pastillas anticonceptivas.
Ahora hay muchos cachorros todavía que no se pueden esterilizar de momento, aunque en dos o tres meses ya será posible. No obstante, para los adultos hay que actuar ya, antes que de nuevo vuelvan a aparecer camadas puesto que este año hay gatas que hay parido ya dos veces.
Hace un año más o menos, cuando tenían unos cincuenta gatos, Isabel pidió ayuda, pero no la recibió de nadie a pesar de haber ayudado ellos durante años a muchas personas. Ahora la situación es límite y si no les ayudamos esos gatos terminaran en una perrera muertos porque los vecinos ya están amenazando con llamar al ayuntamiento. Y con los callejeros se llevarán también a los suyos, lo que representaría para esta pareja como si les mataran a ellos mismos. ¡Años y años de lucha y entrega, de darle todo, salud, dinero,… para acabar así!
Hemos conseguido contactar con una veterinaria que nos ha ofrecido algo que no se puede rechazar. Ella está dispuesta a ir allí y esterilizar a los gatos por unos precios mínimos, los machos a 25 euros y las hembras a 35 euros (45 o 50 euros si están preñadas). Hay varias voluntarias que están dispuestas a ir allí esos días y ayudar a capturar gatos con jaulas-trampa pero el problema es el de siempre….EL DINERO…aunque los precios son inmejorables ellos no tienen dinero y sí una deuda enorme en la clínica veterinaria.
Seguro que entre los que estáis leyendo este evento hay muchos a los que Isabel y Goyo ayudaron hace años y muchos a los que os importan los animales y sabéis que el final de toda esta historia de años ayudando animales si no se consigue el dinero, será la muerte segura en una perrera para esos gatos y no solo los que entran en su jardín sino los suyos propios que sí están castrados y atendidos, porque el ayuntamiento no hará distinción entre ellos y sería una escabechina».
Como veis la situación es muy compleja, tanto que incluso corren peligro sus propios gatos, aquellos que un día acogieron para ayudarnos a muchos de nosotros y que finalmente han pasado a ser parte de su familia gatuna.
La forma que quissos.org tenía para ayudar a Isabel y Goyo, era enviándoles algunas cositas y así, con lo recibido podían invertir el dinero ahorrado en esterilizaciones.